Fútbol: El amor de vida
Mi mejor amigo desde que tengo conciencia.
El gran amor de mi vida… después de mí, obvio.
La herramienta que más perspectiva me ha dado.
La esencia que fue determinada y luego decidida; el estado y meditación que más carácter y personalidad me han dado.
La gran herencia de mi padre, una herencia que lleva conciencia consigo misma, pues toda herencia requiere de conciencia. De otro modo, no es una herencia, es una imposición.
Mi primer reflejo de amor.
Mi primer espejo.
Mi primera verdad… mi primera perspectiva de vida.
El gran amigo que me ha presentado grandes amigos, grandes experiencias, grandes sonrisas, grandes lecciones.
La habilidad que muestra mi parte más humana. La que me ha hecho llorar como niña pequeña. La que logra, cada vez que la miro, que me brillen los ojos como el primer día.
Un amor muy correspondido.
Un amor a la medida.
Un amor de esencia.
Un amor que solo muestra la esencia del amor: el amor hacia mí.
Todo aquello que amas hacer, eso que te encanta, y que hasta cierto punto, no sabes de dónde viene ni por qué te gusta (siempre y cuando no sea destructivo para ti ni pise la libertad de otros humanos), según yo, viene de un solo lugar:
Amor propio.
El amor que sientes por ti.
Eso que amas hacer, eso que te encanta, son solo espejos y reflejos que te muestran el gran amor que sientes por ti.
El problema es que nos han enseñado que el amor viene de fuera, que alguien tiene que dártelo .
Y eso para mí, es la mayor mentira que nos han contado.
El único amor que existe es el propio.
Y eso que amas, que te encanta, esos gustos, esas esencias, esas características que solo tienes tú —como, por ejemplo, mi gusto por los deportes y por el fútbol— solo yo los tengo a mi manera.
Así como solo tú tienes una única manera de relacionarte con eso que amas de ti, del mundo y de la vida.
Porque para cada quien es distinto, sin embargo, algo que no cambia ni para ti ni para mi, ni para nadie de este mundo, es sin importar qué sea eso que ames hacer, ese gusto que tengas o qué característica sea, es esta verdad:
Es una forma de expresar el profundo amor que sientes por ti.
Honra quien eres.
Honra tus gustos.
Hónrate.
No permitas matar partes de ti en nombre de ideas o personas que no necesariamente quieres vivir por completo.